¿Qué nos aportó el proyecto?


¿Qué nos aportó el proyecto en nuestra formación y en la transformación de nuestras prácticas?

En una sociedad tan cambiante como la nuestra es imposible quedarnos con las prácticas y las metodologías con las que fuimos educadas cuando cursábamos los primeros grados, prácticas que en cierta forma invalidaban e invisibilizaban nuestra voz en la escuela. Hoy como docentes conscientes del avance de las culturas y las tecnologías consideramos urgente y necesario promover en la escuela cambios evidentes que aporten a la transformación de tales prácticas, y pretendemos que estas se acoplen y avancen al ritmo de los diferentes cambios que afectan significativamente a nuestra razón de ser, es decir a los niños y las niñas con quienes compartimos una cuarta parte de nuestra vida.

Es importante resaltar que el diseño de esta propuesta didáctica claramente deja ver nuestras inquietudes como maestras dinamizadoras en los procesos escolares a los cuales nos enfrentamos y de una u otra forma responder a labor que la sociedad nos ha encomendado en la formación integral de las nuevas generaciones. Por tal motivo estos ideales nos convocaron para retroalimentar nuestros procesos pedagógicos ya que se evidencio un avance en la construcción colectiva, el leer y debatir con argumentos claros que dieran origen a nuevas expectativas, dejando de lado la simplicidad de cartillas y documentos con fórmulas elementales del trabajo al interior del aula y al contario se dignifico nuestra labor como mediadoras en proceso constructivos de aprendizaje, ambientes significativos que dieran un verdadero protagonismo al rol del estudiante y se estimulara de una u otra forma la participación oral y escrita en actividades curriculares.

Estos cambios implican nuevas formas de mirar el mundo, nuevas formas de reconocer y validar a los niños y niñas, nos invitan a evaluar nuestras prácticas cotidianas para asegurarnos que las metodologías y estrategias que utilizamos en clase responden a las necesidades y los intereses de los estudiantes, es decir, están enmarcadas significativamente en su contexto.

La secuencia didáctica “pequeños artistas, un museo a viva voz en la escuela” nos brindó la oportunidad de innovar en nuestras clases desde el arte, la escritura, la lectura, la escucha y la oralidad, generando ambientes de aprendizaje positivos y propositivos que día a día fueron siendo más numerosos y constantes. Una herramienta como el libro álbum las pinturas de Willy nos da el acceso a un maravilloso mundo de retos y saberes en donde los niños y las niñas construyen sus conocimientos como protagonistas de cada uno de sus pasos y motivadores de preguntas e inquietudes.

Willy con su sencilla, amable y amigable postura les regala a los niños y niñas la oportunidad de soñar desde sus propias aventuras y vivencias, les da las estrategias necesarias para que ellos y ellas sean considerados como artistas desde la invitación a que todos podemos serlo, de esta forma, se construyen en el aula sentimientos de seguridad y confianza desde un aprendizaje autónomo que valida a los niños y las niñas como sujetos capaces de crear y recrear.

La transformación en el aula no solo se hace evidente en nuestras prácticas, resalta en las conversaciones y las intervenciones de los niños y las niñas. Ellos y ellas seguros de sus posturas, sin miedo a hablar en público, con interrogantes constantes, hipótesis, teorías e intervenciones en clase nos llenan de satisfacción al saber que el mundo puede ser diferente y darnos así la oportunidad de recorrer nuevos caminos de exploración intelectual, es decir que constituyo el inicio y base para la construcción de la voz que posibilita la multiplicidad de interacciones lo que supone la existencia de un sistema de reglas y pautas de la interacción (respetar turnos, pedir la palabra, escuchar, preguntar, responder preguntas, explicar puntos de vista, defender una opinión).

Sin embargo de las cosas más importantes que nos dejo la secuencia fue encontrar a un maravilloso grupo de maestras creyentes de que este sueño de la educación puede ser diferente, que la transformación pedagógica puede ser real, maestras capaces de motivar y apostarle a una mejor calidad de vida para nuestros niños y niñas, maestras que nos complementamos en nuestros ideales, con quienes compartimos experiencias, aciertos y desaciertos en un constante aprendizaje mutuo.

Citamos aquí un hermoso y sabio texto del filosofó y psicólogo William James:

“siembra una idea y cosecharás un deseo”
“Siembra un deseo y cosecharás una acción”
“Siembra una acción y cosecharás un hábito”
“siembra un hábito y cosecharas un carácter”
“Siembra un carácter y cosecharás un destino”

Quien nos permite concluir que cuando la inteligencia y el amor se mezclan en el pensamiento de cada sujeto y se logra usar de manera adecuada, se consiguen los propósitos planteados.